Acústica del Estudio de Grabación

Las propiedades acústicas deseadas en un estudio de grabación son en muchos sentidos, opuestas a las de un auditorio. En lugar de una reverberación mejorada, por lo general es deseable para el estudio de grabación que sea acústicamente "muerto", con un tiempo de reverberación muy corto. Esto no sólo requiere que el propio recinto sea muy absorbente al sonido, sino que la insonorización se vuelve muy importante. Con el fin de impedir el paso de sonidos de baja frecuencia tales como el ruido del tráfico, ruido de los aviones, etc, el recinto de grabación está a menudo aislado de la estructura principal con una doble pared. Como los sonidos de baja frecuencia son apagados mucho más eficientemente por estructuras sólidas que las altas frecuencias, la estrategia estructural de una "sala suspendida dentro de una sala", minimiza la vinculación de la sala de grabación con los cimientos del edificio. Son necesarios igualmente el sellado cuidadoso del recinto, y el diseño apropiado del sistema de calefacción y aire acondicionado. A veces se emplean trampas de bajos adicionales, para reducir aún más el ruido de fondo de baja frecuencia.

Insonorización

La insonorización de una sala implica el aislamiento de dicha sala del sonido audible del exterior y debe incluir la amortiguación acústica de la propia sala. Para impedir la entrada de sonido del exterior se sellan todas las aberturas, se hacen que las paredes sean absorbentes del sonido, y se minimiza el paso de energía sonora a través de las estructuras sólidas de las paredes. Los materiales absorbentes del sonido como la espuma aislante en las paredes, ayudan tanto con el sellado y con la absorción de la gama media y alta de frecuencias sonoras, pero las frecuencias bajas tienden a transmitirse de manera eficiente a través de estructuras sólidas. Para aislar una sala tal como un estudio de grabación de las frecuencias bajas, a menudo se toma el enfoque de la "sala dentro de una sala". Una estructura de doble pared puede reducir en gran medida la transmisión de bajos.

La dificultad de insonorización se incrementa por la difracción del sonido a través de pequeñas aberturas, por lo que el sellado de la estructura es importante. También una adición a la dificultad práctica debido a la naturaleza del oído humano, es el hecho de que un sonido perturbador tiene que ser disminuido por un factor de un millón o más para que sea inaudible.

El Oído y la Insonorización

El aislamiento acústico se hace más difícil por la forma en que el oído reacciona a la intensidad del sonido. La respuesta del oído es aproximadamente logarítmica, y una regla de oro utilizada para el volumen del sonido, sugiere que un sonido perturbador debe reducirse en intensidad por un factor de diez, para ser reducido a la mitad de fuerte. La reducción por un factor de mil de la potencia del sonido que entra en una habitación, ciertamente parece ser suficiente, pero la regla de oro indica que su volumen sería una octava parte del original, y por tanto sigue siendo audible. Puede de hecho que sea necesario una reducción por un factor de aproximadamente un millón, para un sonido externo intenso. Estas reducciones se suelen expresar en decibelios, con un factor de un millón correspondiente a 60 decibelios.

Trampas de Bajos

La amortiguación de sonidos no deseados es una característica importante de los estudios de grabación. Las frecuencias bajas son a menudo problemáticas porque se difractan a través de aberturas pequeñas y son más eficientemente transmitidas por la estructura metálica al área de grabación. Se utilizan con ventaja las trampas de bajos que hacen uso de la naturaleza de la resonancia de cavidad. Si un rango particular de baja frecuencia es problemático, se puede construir una gran cavidad que ofrecerá absorción resonante en ese rango de frecuencias. Algunos estudios de grabación tienen recintos como armarios alfombrados que tienen como apertura un deflector móvil. Posicionando el deflector puede sintonizar la absorción, ya que el área de la abertura es una de las variables que determinan la frecuencia de resonancia de una cavidad. Una cavidad sintonizada que es reflectante puede mejorar el sonido a la frecuencia resonante, como en un altavoz reflex de bajos, pero si la cavidad está cubierta con un material absorbente, absorberá selectivamente la energía de sonido a esa frecuencia.