El Clave

En general, más largo y más estrecho que un piano, el clave comúnmente tiene una forma similar a un piano de cola. Las cuerdas de metal son tocadas, punteándolas con un pequeño trozo de material que se llama púa, mantenida sobre un estrecha tira de madera llamada "jack", que la conecta al mecanismo de la tecla. Un movimiento hacia abajo en la tecla, eleva la púa en el otro extremo de manera que puntea la cuerda, y luego gira para que no toque de nuevo la cuerda en el camino hacia abajo. Un inconveniente de este instrumento es el hecho de que el músico no tiene control sobre el volumen y la calidad del tono, ya que el tono es producido por un simple punteo. Durante el período de cerca de 400 años, cuando era un importante instrumento de teclado, se hicieron modificaciones para superar parcialmente esta limitación. Se utilizaron dobles conjuntos de cuerdas con tomas separadas para cada conjunto. Se utilizaron mecanismos para mover un conjunto de tomas fuera del alcance de las cuerdas, de modo que se podían lograr variaciones en el volumen y la calidad del tono. Algunos clavecines tenían dos teclados con diferentes conjuntos de cuerdas que se podían acoplar.