Una de las implicaciones que tiene este aspecto de la audición humana, es que se percibe una pérdida progresiva a las frecuencias bajas, cuando un determinado sonido se vuelve más y más suave. Por ejemplo, si se está escuchando una grabación de una orquesta y se baja el volumen, se notará que los instrumentos de bajos, se hacen menos prominentes. Este es el propósito de las curvas llamadas "contornos de volumen" en los amplificadores de audio; permiten aumentar el volumen de las frecuencias de graves cuando se escuchan a niveles bajos de sonido, para dar un equilibrio más realista entre las frecuencias altas y bajas de la música. Este aspecto de la audición humana tiene importantes implicaciones en el diseño de auditorios para interpretaciones musicales. A medida que el sonido se vuelve más suave hacia la parte posterior del auditorio, el oyente percibirá una pérdida de las frecuencias graves, una situación indeseable. Para superar este "problema de pérdida de graves", los diseños de auditorios deben tratar de ofrecer algún tipo de refuerzo a las frecuencias bajas.
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Umbral de AudiciónLa curva del umbral de audición medido, muestra que la intensidad requerida del sonido para ser oído, es completamente diferente para distintas frecuencias. La intensidad del sonido en el umbral de audición estándar a 1000 Hz, se toma nominalmente como de 0 dB, pero las curvas reales muestran que el umbral medido a 1000 Hz es unos 4 dB. Hay una marcada discriminación contra las bajas frecuencias, de modo que para oirse un sonido de 30 Hz, se necesitan unos 60 dB. La máxima sensibilidad del oído a unos 3500 a 4000 Hz, se relaciona con la resonancia del canal auditivo.
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