Enfriamiento Radiativo de un Fragmento Volcánico
Para el caso ideal de un objeto que se mantiene a una temperatura uniforme, el tiempo de enfriamiento radiativo, sin limitación de transferencia de calor desde el interior del objeto, está dado por:
Hay que tener en cuenta que para objetos macroscópicos, el tiempo de enfriamiento calculado para el objeto como un todo, siempre será más corto que el tiempo de enfriamiento real, por lo que aquel será una cota inferior. La relación anterior supone una conductividad térmica infinita, para que la temperatura de todo el objeto sea igual a la temperatura de la superficie. En el mundo real, la superficie se enfría más rápido que el interior. La tasa de transferencia de calor desde el interior, se espera que limite la tasa de pérdida por radiación de la superficie.
A pesar de todas estas limitaciones del mundo real, es interesante tratar de modelar el proceso de enfriamiento de un objeto caliente. La dra. Pam Burnley del Departamento de Geología GSU, tiene un fragmento de material basáltico, que se encontró a unos 60 metros de la cima de un pequeño cono volcánico. El material tiene la apariencia de haber sido expulsado en un estado casi líquido, pero en el impacto, un extremo del fragmento chocó contra el suelo y se dobló. Esto parece implicar que durante su vuelo fuera del cono, se enfrió lo suficiente para solidificarse parcialmente antes del impacto.
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Estas dos vistas del fragmento muestran sus dos caras, y la impresión general es que se trataba de algo bastante blando que se dobló por el impacto. Parece una especie de goterón de material volcánico. La dra. Burnley se refiere a él como una "bomba" de volcán.
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Datos básicos recogidos de la muestra: Su masa es de 367,6 gramos. Mide unos 17 cm. de largo por 5,5 cm. de ancho y unos 3,5 cm. de grueso. Sumergido en agua, su masa efectiva (peso sumergido) fué de 161 gramos, de modo que por el principio de Arquímedes, su volumen es de 206,6 cm3. Esto le supone una densidad de 1,78 gm/cm3, comparado con una densidad de alrededor de 3 gm/cm3 del basalto sólido, de modo que alberga un montón de aire. La dra. Burnley estimó una temperatura en su estado líquido de unos 1.200 ºC., y unos 1.000ºC., en su estado sólido. De modo que parecen ser valores plausibles, que tomamos como temperaturas caliente y fría en este proceso de modelación.
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